Espero que disfrutéis de mis aventuras y pueda transmitiros todas aquellas sensaciones que experimento en la montaña y que hacen sentirme cada día más vivo.

Espolón Paiju en el Cabeçó d´Or.(6b+ ó V-A1).



Cuando le propuse esta actividad a Andrés (con otras dos más) no las tenía todas conmigo y al decidirse él por ella, menos todavía. Tengo que contaros que nunca he hecho artificial y como ya sabéis mi grado en deportiva no pasa de (6a). Como narices me iba a enfrentar en el último largo a 200m. de altura colgado en el vacío, a 30m. de fisura en travesía ascendente con un grado de (6b+) ó en nuestro caso a un (A1) en artificial.
El viernes por la noche salimos de Valencia con la intención de dormir en el hotel mil estrellas, en el aparcamiento de la carretera que da acceso a la pista del Cabeçó d´Or, con la intención de levantarnos al alba para aprovechar el fresco de la mañana. Hay que decir que la vía está orientada al oeste y por la mañana no le da el sol. A las siete estábamos en pie y a las ocho y media estábamos preparados para iniciar la escalada a pie de vía. Tengo que contaros que en la reseña de Carlos Tudela y Rosa Mª Real, en su libro 112 Propuestas de Escalada en la Comunidad Valenciana, dan dos posibilidades de aproximación a la vía, la primera desde los chalets que están junto al parquing de la carretera y la segunda continuando la pista de tierra en dirección norte y a cinco minutos del aparcamiento, en una pequeña pendiente hormigón , inicia un sendero a la derecha marcado con un hito. Nosotros la cagamos, decidimos coger la primera posibilidad y una vez terminada la pista que sube al último chalet hicimos el "jabalí" hasta el inicio de la vía, esto parecía que no empezaba muy bien, mis piernas acabaron llenas de arañazos como si me hubiera metido un una jaula con gatos rabiosos.


Llevábamos la reseña de la vía que aparece en http://www.viaclasica.com/ , nos pareció muy buena, pero tengo que decir que en el primer largo la cuerda roza muchísimo y tuvimos que montar una reunión intermedia, por lo demás la reseña es bastante buena. Una vez superado este pequeño contratiempo, seguimos la vía ( dos metros a izquierda o derecha) por todo el espolón hasta el quinto largo...jejeje, ahora luego os cuento porque me río.
El segundo largo le tocaba a Andrés y sin mayores dificultades lo resolvió con facilidad. El tercero me pareció el más bonito de todos. Vertical, buen ambiente, con una altura ya considerable y una roca excelente en la que se sucedían los pasos de (V), toda una gozada. El único detalle a tener en cuenta es que terminas en una terraza con una pedrera descompuesta y tu compañero puede sufrir una lluvia de piedras si no tienes mucho cuidado con las cuerdas.




El cuarto largo comienza un poco descompuesto hay que tantear bien de donde vas a traccionar, pero sigue siendo bonito por el ambiente en el que te encuentras.
El quinto fue otra cosa, en este largo tenía que llegar a la reunión que daba inicio al tramo en artificial y que había sido equipada con dos parabolts. Inicié el largo por el espolón como marcaba la reseña y sabía que más adelante tenía que hacer una pequeña travesía a izquierdas para llegar a la reunión, pero un par de clavos (uno de ellos un tubo con un cordino enlazado) me confundieron y continué unos 10m. más en vertical con un paso de (6a), que medió mucha risa...destreparlo. Cuando supimos
que me había equivocado. Si vas a hacer la vía, cuando veas este clavo- tubo,tan característico, la reunión de los parabolts la tienes a tu izquierda a 3m., no continúes hacia arriba sino dominas el (6c) por lo menos.



El sexto largo era cosa de Andrés, poco a poco ayudándose de los estribos fue resolviendo el difícil largo que tenía por delante. Cada 3ó 4m. había un clavo donde poder asegurarte, aunque algunos daban miedo hasta mirarlos. Andrés metió algún friend intermedio, tenía que asegurar los pasos a muerte.


Después de casi una hora y mucho, mucho esfuerzo. Andrés llegó a la repisa donde terminaba el largo y se dispuso a montar una reunión a "cañón", para asegurarme.
Había llegado mi turno, la adrenalina corría por mis venas y solo pensaba en superar este largo, lo que no tenía muy claro como lo iba a hacer. Me había fijado en Andrés, cada vez que llegaba a un seguro se pillaba a él, descansaba un poco para no fatigarse en exceso y sacaba los estribos, todo era muy metódico y parecía lento pero seguro, que es lo importante.

Decidí imitarle y creo que lo conseguí, más o menos. Mi primer largo en artificial...ufff!!!. Me llevó casi una hora superarlo, pero fue "acojonante".
Nos quedaba el trámite del último largo de (II) grado, que no por ello teníamos que bajar la guardia, solo faltaba tener un traspiés en lo más sencillo por habernos relajado antes de hora. Esto no sucedió y llegamos al final de la vía insultantes de felicidad.
Me vais a permitir que me haya tomado la libertad de rebautizar la vía con el nombre de "Espolón Zacarías", en memoria de el padre de mi gran amigo Pablo, que falleció el viernes.

Cresta del Murciélago al Pico Aspe (D-).



 Esta ha sido la actividad que le ha puesto la guinda al pastel, estas vacaciones.
Estaba en Benasque con una gente que acababa de conocer cuando recibí el mensaje de Andres, (subía con Ernesto a hacer la cresta de los murciélagos), como no, le contesté rápidamente que contasen conmigo. En mis planes estaba hacer la integral de los Besiberris en solitario pero este plan me parecía mucho más sugerente y la compañía muy grata.
Salí de Benasque sobre las tres de la tarde y tres horas después y un millar de curvas llegaba al final de la pista de Aisa, donde me esperaban mis compis recien llegados de Valencia.


Había leido algo de la actividad que ibamos a hacer pero no recordaba nada, solo que me pareció muy interesante y la tenía guardada en el tintero, estaba seguro que mis compañeros se habían estudiado la vía al más minimo detalle y contando con su experiencia en el monte iba muy tranquilo.
Madrugamos un poco, lo suficiente para realizar la aproximación hasta que el sendero desapareciera y la luz del sol nos dejara ver los escasos hitos que nos indicaban el camino. Menos mal que Ernesto iba atento y nos libramos de una buena cagada. A las ocho estabamos a pie de vía dispuestos a comenzar nuestro periplo y decidí tomar la iniciativa y pasar a ser la cabeza de la cordada, Andres y yo acordamos repartirnos la cresta, el haría la segunda parte donde estaban los pasos de mayor dificultad. Aunque tengo que reconocer que una chimenea descompuesta de( IV+), con un largo de cuerda de unos treinta metros, me fundieron los plomos y pedí el relevo antes de hora. Arrepintiendome después porque el siguiente largo era muy vertical pero con una calidad de roca que no se parecía en nada al caos por donde había subido.



Recuerdo el primer largo, bonito en buena roca, pero un poco cabroncete, te hacía pensar muy bien los pasos. A partir de ahí continuamos en ensamble hasta la chimenea que ya he comentado y después de tomar las riendas Andres y su primer largo en roca excelente(la única de toda la vía), continuamos en ensamble hasta el rapel. Apartir de aquí empezaban los pasos de (V), en buena roca también pero algo difíciles de encontrar. Las cordadas que nos precedían nos adelantaron porque iban por la vía clásica y nosotros por la directa. Una vez superado lo más complicado volvimos a compartir vía con el resto de cordadas hasta la cumbre.




Una canal que daba juego para subir por diferentes sitios y con pasos de (III), era el último escollo que parecía que se nos interponía entre nosotros y la cumbre, pero no fue así todabía nos quedaba un tramo de cresta no muy complicada, donde podíamos habernos desencordado y hubiesemos ganado algo de tiempo, pero la prisa no era nuestra compañera. El cielo estaba despejado y el horario que llevabamos era bueno.
Sobre las tres de la tarde hicimos cumbre en el Aspe, nunca había estado aquí y tengo que reconocer que tiene unas vistas impresionantes.
La actividad no me defraudó en absoluto y la compañía...tampoco!!!. Hubo buena compenetración en todo momento y se hizo muy amena la actividad.
He disfrutado como un "cabrón" y he conseguido darle media vuelta más a la rosca. Espero seguir así, disfrutando del monte y que vosotros disfrutéis también con mis relatos.




Cresta de Roques Blanques al Vallibierna (PD+).

Comienzan las vacaciones y me encuentro un poco desilusionado, todos los planes que había hecho... "al garete". Pero me he dado cuenta que también hay que dejar que el hazar juegue su papel y en este caso me he venido de las "vacas" con un poker en mis manos.
Mi primer objetivo era esta bonita cresta, que por lo que había leído de ella, tenía que resultar asequible con mi nivel de escalada y mi grado de experiencia en alta montaña.
Vivaqueé en el pueblo Aneto a media hora del Ibón de Llauset donde se inicia la aproximación a la misma y pasé una noche estupenda, sin nada de frío, no hay nada como el hotel mil estrellas. A las ocho de la mañana iniciaba mi aproximación, rodeando el ibón por su lado noroeste, ya se que no es el horario más adecuado para hacer una cresta a 3000 m. de altitud, pero la meteo confirmaba tiempo estable y la aproximación a la misma era relativamente corta (me costó solamente una hora, la mitad de lo que había leído).
Aunque es una cresta que no necesita cuerda, llevaba un cordino de 30 m. por si las moscas, pero no me hizo falta.
En toda ella se suceden los pasos de segundo y alguno que otro de tercero, si pretendes ir por el filo de la misma (vale la pena), solamente encontré una zona donde durante unas décimas de segundo acudió el miedo a mi cerebro, pero no podía dejar que se instalara en él. Es una parte de la cresta bastante afilada con patio a ambos lados, donde hay que esquibar sucesíbamente unos pequeños cuchillos, de dos o tres metros. Por lo demás me resulto bastante fácil. El último tramo antes de alcanzar la Tuca de Vallibierna es muy sencillo, la cresta ha perdido toda su verticalidad por el lado norte y caminando cómodamente llegas casi hasta la cumbre, todavía queda una zona de bloques en horizontal, de la propia cresta, que se sortean sin compromiso alguno.
En el descenso, tenía dos opciones, regresar sobre mis pasos hasta el collado de Vallibierna y bajar por la normal o continuar hasta la Tuca de las Culebras y descender por la ruta normal desde el collado de Llauset. Me decidí por el segundo itinerario, había visto en internet a un tío hacer el paso de caballo por su filo corriendo y me dige: no voy a ser tan osado pero andando por el filo si que voy a intentarlo. Y así fue, nada más llegar al mismo un chico me cedió su turno (estaba petado, como siempre), creo que todavía no tenía muy claro si pasar o no y sin pensármelo dos veces continué caminando por el filo hasta la otra parte. El resto del camino fue coser y cantar.


Llegué al coche con las pilas cargadas a tope, la actividad me había resultado muy gratificante. En menos de seis horas había concluido la actividad y estaba preparado para nuevos retos y ha ser posible dándole media vuelta más a la rosca.

Vía Gene en el Cabeçó d´Or.(V).

Nueve de Julio, escalada en Alicante... ufhhh!!! QUE CALOR . Esto es lo primero que se nos viene a la cabeza, si hemos escalado alguna vez por la zona en estas fechas, pero va ser que no. Estudiamos bastante bien la vía, sobre todo su horientazión (este) y llegamos a la conclusión que si madrugamos y a las siete de la mañana ya estábamos escalando, posiblemente antes de que nos diese el sol ya estaríamos de vuelta en el coche y buscando la ansiada cerveza que seguro nos habíamos ganado.
Decidimos bajar el viernes por la noche y vivaquear por la zona, así conseguiríamos estar al amanecer a píe de vía.
El primer largo tiene de todo un poco, arbustos puñeteros, el primer paso de quinto y un poco de travesía. El segundo largo, continua con travesía y un tramo por una chimenea sencilla en la que vale la pena salirte fuera de ella a su parte izquierda y hacerla más expuesta por la sensación de patio, pero mucho más segura por sus buenos agarres. El tercer largo es bastante sencillo, seguimos en travesía ascendente (siempre en dirección sur), hasta llegar a una plataforma herbosa y con mucha piedra rota, creo que le llaman el repisón, en ella se encuentra un pino muy característico en la vertical que se utiliza para rapelar. El cuarto largo es de transición, cambiamos el sentido de la escalada de sur a norte, por unos canchales hasta quedarnos de bajo de una mancha negra en la pared con una especie de endidura y un pinito en su parte superior, no pongo ningún seguro en sus treinta metros. En el quinto largo, volvemos a escalar, tramos casi verticales donde aparecen clavos y otros seguros fijos en los momentos más decisivos. El sexto largo "te pone las pilas", nos habíamos olvidado que estábamos en una pared que es prácticamente vertical la mires por donde la mires menos por la vía que estábamos realizando que busca la forma de llegar a la parte superior lo más cómoda y sencíllamente posible. De repente te encuentras a caballo de un espolón con buenos agarres menos una pequeña placa de quinto grado, en el que de vez encunado miras hacia a bajo y el corazón bombea con más fuerza, no te habías dado cuenta de lo alto que ya te encontrabas hasta este momento y no te habías acostrumbado a la altura, así que el palo es mayor y a la vez satisfactorio.El último tramo es sencillo, un trozo de cresta bastante descompuesta y muy aérea, hasta llegar a una brecha el la que se encuentran dos reuniones para rapelar, una más moderna con sus dos parabolts, cadena y anilla que nos devolverá a pie de vía y otra más antigua con cable de acero que en un solo rápel de 60m. nos dejará en una pedrera en la otra parte de la pared.
Decidimos rapelar por la parte que habíamos escalado. Una cordada que nos encontramos mientras subíamos, nos dijo que en dos rápeles de 60m. llegaríamos al suelo. En el primer rápel, decidimos quedarnos en una repisa antes de llegar al "repisón", si la vista no nos engaña parece que a la cuerda le faltan dos metros para llegar al suelo. El tercer rapel, se realiza desde el pino del repisón. Bonito rápel voladizo, durante unos 35m.

La Gene es bonita y para iniciarse en la escalada clásica bastante recomendable. Pero me he quedado con un sabor agridulce en mi mente... creo que la culpa de ello ha sido ver a otras cordadas escalar esta pared por vías verticales, con mucho más grado que el nuestro y porque no reconocerlo me han dado mucha envidia. Necesito escalar más!!!
     

Espolón Central del Puig Campana. (V).

Hacía unos meses que nos rondaba por la cabeza regresar a esta preciosa montaña a repetir una de sus vías más asequibles y" bonita de verdad". Son 450m. de desnivel y un grado máximo de (V), en 9 largos con un ambiente fantástico, unas vistas al Mediterraneo preciosas y una calidad de roca excelente.
El itinerario a seguir es bastante evidente. Los 3,4 primeros largos discurren entre tramos verticales, terrazas con pinos y bastantes dudas si la vía va 15m. más a la derecha o a la izquierda. Pero teniendo en cuenta que la finalidad de la vía es alcanzar el espolón y ponerse a caballo de él, da igual por donde lo intentes. A partir del 4 largo, disfrutaras de una escalada muy limpia con unas vistas increíbles y un patio que a veces te da que pensar, una vez más, que coño estoy haciendo aquí.
No te olvides del protector solar y ante todo lleva buena reserva de agua.
Nosotros tardamos 11h. en regresar al coche desde las 6:00h que salimos, está claro que no somos unos hachas y cualquier escalador que vaya más suelto puede rebajar este tiempo. Pero el sol es implacable y cuando ya has terminado la vía te quedan cerca de dos horitas de descenso por una senda algo peligrosa en la que no vale la pena correr y jugarte el tipo.

Una vez abajo y observando la vía desde una perspectiva privilegiada, llegamos a la conclusión que si algún día decidimos colgar el arnés y los pies de gato, que mejor final sería volver y gozar una vez más de esta fantástica escalada y su entorno.

Torreón de la Moneda. (IV+)

Después de unos meses en el dique seco por una lesión, habían muchas ganas de volver a encontrarse con la montaña y que mejor
elección que una bella escalada en las Hoces del Cabriel. Precioso paraje en el pantano de Contreras. Que lástima que solo se pueda escalar en la vertiente valenciana, ya que hace unos años prohibieron esta bonita actividad y muy respetuosa con el medio ambiente, en la vertiente de Castilla la Mancha.
Nos habían advertido que la vía que pretendíamos estaba muy rota y expuesta, pero qué es la montaña sin un poco de aliciente. Tenían razón, pero valió la pena. Como dice mi amigo Esóder, "gozamos como perras".
El primer largo comienza en una canaleta descompuesta, en la que el asegurador, en este caso el que os escribe, tuvo que parapetarse detrás de un saliente para evitar la lluvia de piedras que caían por el rozamiento de la cuerda en la canal.
En el segundo largo comienza la escalada con un tramo vertical (IV+), no muy difícil, pero sí que te obligaba a ponerte las pilas. Pablo se llevó un pequeño susto al volar en este tramo, menos mal que iba de segundo y no sufrió ningún percance aparte de la subida de adrenalina que hizo que se pusiera las pilas.
El tercer largo lo comenzó Pablo. Un largo muy bonito por sus tramos casi verticales(IV+) y sus vistas. Nos encontramos en el espolón de la vía y el ambiente es extraordinario. Llevábamos mucho tiempo sin hacer una vía de estas características y la altura y la exposición, nos hicieron pensar por unas décimas de segundo qué coño estábamos haciendo ahí... pues, que vamos hacer, disfrutar de lo que más nos gusta.
En el cuarto largo nos pusimos a caballo de la cresta que nos conduciría hasta la cumbre de este bonito torreón. Era bastante sencilla, pero la exposición una vez más y lo podrida que se encuentra le daba un aliciente añadido.
Todo no termina aquí, pues hay que bajar de este magnífico torreón, con unas vistas preciosas de toda la contornada. Buscar el rápel de bajada fue algo así como buscar a Wally y llegar hasta él toda una aventura, un destrepe no complicado en dirección este te lleva hasta una sabina que bajo sus ramas alberga el descuelgue que nos devolverá a poner los pies en el suelo.


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Corredor Maribel, Peña Telera. (D).

Esta actividad ha sido muy gratificante, después de un invierno casi sin actividad (menos mal que me fui a Noruega) por fin llegaba el momento de subir a Piris.
El viernes a las 19:00h. después de currar ponía rumbo al parking de Piedrafita donde había quedado con mi amigo Esoder a las 4:00h. La meteo nos auguraba una ventana de buen tiempo hasta las 12:00h. y por fin tengo que felicitar al servicio meteorológico.
La aproximación se hizo pesada como siempre. Encontramos nieve a partir del Ibón de Telera y no estaba para echar cohetes. A las 7:30h. estábamos en el primer resalte bien formado en hielo y apartir de ahí las condiciones fueron muy cambiantes, nieve dura, blanda, resaltes en mixto...y hay que añadir que estábamos tres cordadas metidas en faena. A las 12:00h. salíamos del corredor con visibilidad reducida, decidimos rapelar por la Z, la Y estaba colapsada de gente. Saliendo del cono de la Z una pequeña avalancha de superficie se nos vino encima, pudiendo evitarla por un lateral...ufhhh.


 
Pero ahí no termina todo, a las 15:00h. llegábamos al coche, bastante cansados y mojados de la lluvia que nos acompañó durante el descenso. Comí un bocata en Biescas, comentando con Esoder como había ido la actividad y marchando seguídamente para Valencia.
Echar las cuentas: 950 kilómetros conducidos, 3 horas dormidas y 11 horas de actividad, todo ello en un día. Creo que empiezo a estar mayor para estas palizas, pero como se suele decir    " la sarna a gusto no pica".